lunes, 2 de diciembre de 2019

Cuéntalo otra vez (1º ESO) GARBANCITO


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LENTEJITO

Victoria y Adrián se enamoraron y tuvieron un hijo. Como era tan pequeño, lo llamaron "Lentejito". Lentejito pasaba paseaba con sus padres por los puestos de Navidad. Después de unos cuantos puestos, pasaron por al lado de uno en el que vendían habichuelas, lentejas, arroz... Y un señor llegó y pidió un kilo de lentejas. Y la mujer que despachaba se confundió y cogió a Lentejito  y lo metió en la bolsa de las lentejas que estaba comprando el señor. Los padres, de pronto, echaron de menos a Lentejito y empezaron a gritar: "Lentejito, ¿dónde estás? Lentejitooo" Y escucharon "Aquí, dentro de la bolsa de lentejas del señor". El padre salió corriendo detrás del hombre, pero este no se paraba porque creía que le querían robar. Hasta que el señor se dio cuenta de que llevaba a Lentejito en la bolsa y lo sacó. Así que se lo entregó a sus padres. Y a partir de entonces fueron cantando "Aquí estoy. Soy Lentejito. No me metas en la bolsita"

(Ana Rodríguez y Victoria Caballero, 1ºB y 1ºC)

GUISANTITO

Érase una vez una familia que vivía en una cabaña en un bosque y que tenían tres niños. Uno de ellos era muy pequeño, del tamaño de un guisante y sus hermanos siempre se reían de él por lo diminuto que era.  Se llamaba "Guisantito" y era muy inteligente. 
Un día iba andando por el campo con su padre montados a caballo. Su padre lo dejó solo un segundo y el niño se perdió. Guisantito, llorando, iba andando por la hierba cuando de repente cayó dentro de una lechuga. Intentó escapar de la misma pero no podía y se sentó en una de las hojas. Y de pronto llegó una vaca y vio a Guisantito, no sabía lo que era, pero se fue acercando poco a poco hasta que se lo comió de un bocado.
El padre lo estaba buscando, pero no lo encontraba y cuando pasó un rato llamó a la madre y juntos lo empezaron a buscar por todo el campo, pero no lo encontraban. Así que iban todos los días a buscarlo, pero nada.
Hasta que un día iban gritando: "Guisantito, Guisantito, ¿dónde estás?" y él respondió: "En la barriga de la vaca" y sus padres preguntaron otra vez y otra vez se escuchó lo mismo. Viendo que Guisantito estaba dentro de la vaca, empezaron a hacerle cosquillas a la vaca y ella estornudó y Guisantito salió despedido y se reencontró con sus padres. 

(Paula Ariza y Nashiara Vela, 1ºE)

Un día en una gran ciudad, una familia tenía una niña llamada Adriana y era tan alta como un dedo meñique. Una tarde fueron al parque y la niña empezó a oler un dulce aroma a chocolate que venía de un camión. Y la chiquita se dirigió hacia el mismo y se asomó. Pero de repente se cerraron las puertas y se quedó encerrada en el interior. Los padres la echaron de menos y fueron a buscarla pero no la encontraron hasta que al día siguiente el camión volvió a parar en el parque y Adriana pudo salir. Y la familia completa se fue a su casa muy feliz.

(Claudia Montesino y Lucía Martínez, 1ºE)



CHOCOLATITO

Érase una vez un Chocolatito que todo el mundo se lo quería comer. Sus padres se llamaban Kit Kat y Kínder Bueno. También tenía dos hermanos que se llamaban Emanems y Huesitos. Su casa era Nestlé y el Garaje Milka.
Un día Chocolatito fue al zoo y allí se acercó a la jaula de los elefantes para darles de comer. Cuando el elefante se acercó para comer la comida que le daba Chocolatito  cogió a Chocolatito también y se lo comió. 
Más tarde, sus padres y sus hermanos fueron a buscarlo y no lo encontraban por el zoo, pero justo antes de irse, en la jaula de los elefantes, escucharon una voz que decía: "Ayúdenme, soy Chocolatito". 
Entonces, los padres y hermanos de Chocolatito le hicieron cosquillas al elefante y este se tiró tal pedo que Chocolatito salió disparado y la familia muy contenta se fue cantando:
"Pachín, pachán, pachún, a Chocolatito no os coméis,  pachín, pachán, pachún. Mucho cuidado con lo que hacéis, pachín, pachán, pachún, aunque esté muy bueno os jorobáis"

(Marta de Alba y Sara Navas, 1ºE)Ç

LENTEJITO

Érase una vez un niño muy pequeño marroquí, que vivía en una seta. Un día un matrimonio que pasaba por allí fueron a coger setas y encontraron al niño y decidieron llevárselo. Como era tan pequeñito y era marroquí le llamaron "Lentejito".
Al día siguiente Lentejito celebró su cumpleaños con su familia en un campo de zanahorias. Decidieron jugar al escondite y él se escondió en una pequeña zanahoria. Al cabo de un rato seguía escondido, pero un caballo estaba comiendo y se comió la zanahoria donde estaba Lentejito. Los padres estaban preocupados y empezaron a buscarlo. Al día siguiente  siguieron buscándolo hasta que empezó a nevar y se escuchó:
"¡Estoy en la barriga del caballo, donde no nieva ni llueve!".
Los padres encontraron a Lentejito y para hacer que saliera le hicieron cosquillas al caballo, este estornudó y Lentejito salió disparado. Y la familia se fue cantando: "¡Patín, patán, patún mucho cuidado con lo que hacéis! ¡ A Lentejito no matéis!

(Paula Pina, Alba Gómez, 1ºE)

GARBANCITA


Érase una vez una niña llamada "Garbancita". Era muy chiquitita. Un día fue por el bosque y se metió en una flor y una avispa se la comió. Sus padres la buscaron hasta que la encontraron dentro de la avispa y para sacarla la destriparon. Sacaron a Garbancita y le dieron muchos besos y abrazos. Después se la comieron cocida y al final vivieron con hambre y gastroenteritis. Y cantaron: "Vive y sé feliz, la la la la, canta como Ani"

(Alba Moreno y Laura Amaya, 1ºE)

ENANITO

Érase una vez un niño muy pequeño que se llamaba Enanito. A sus padres no les importaba, puesto que lo único que querían era que tuviera un gran corazón
Un día decidió demostrarle a sus padres que aunque fuese pequeñito, podía arar el campo como cualquier otra persona.
Él para que no lo pisaran cantaba esta canción:
"Aijó aijó voy a pasear, pero tened cuidado con lo que hacéis"
Así que Enanito estuvo arando el campo durante muchas horas y después se sintió cansado, y decidió sentarse bajo una seta para tomar el fresquito, pero por desgracia, un caballo se comió la seta y él llegó hasta el estómago del caballo.
Sus padres, como tardaba, se preocuparon y decidieron ir a buscar a su hijo, pero de una forma muy especial, cantando su canción favorita: "Aijó aijó vamos a pasear, pero tened cuidado con lo que hacéis"
Y pasaron los días y los meses y no lo encontraban, pero ellos seguían buscándolo. Y llegó el final del invierno y un día escucharon su canción. Pero no sabían de dónde provenía. Hasta que el caballo estuvo cerca de ellos y vieron que provenía de allí. Así que para sacar a Enanito decidieron hacerle cosquillas. Y el caballó estornudó y Enanito salió disparado de su nariz. Y Enanito, cuando salió, le dijo a sus padres: "Allí, dentro de la barriga del caballo, no llueve, ni nieva". Y los tres, contentos, se fueron a su casa cantando: "Aijó, aijó vamos a pasear, pero tened cuidado con lo que hacéis"

(Irene González y María Pecci, 1ºE)

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