Entré en mi casa una noche que venía de fiesta y se empezaron a mover cuadros, las llaves, los cubiertos, muchas cosas. Era el fantasma del tercero.
Mi edificio no tiene ascensor y tenemos que subir por las escaleras. Las luces estaban fundidas y las escaleras rotas y cuando llegué arriba vi la puerta abierta y entré. Leí en la pared con grandes letras que su meta era que nos fuéramos del edificio.
El fantasma tenía un color como las nubes del cielo, muy blanco. Cuando llegué a la habitación donde estaba el fantasma nos llevamos una gran sorpresa al ver las fotografías de todos los vecinos del edificio. Encontramos allí al fantasma y al quitarse la sábana...¡llevaba una máscara de hipopótamo!
(José Fernando Sánchez León)
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