Una tarde sola en mi casa, viendo películas de terror. Y de pronto empecé a escuchar unos ruidos bastante extraños que venían de mi habitación. Yo estaba en la planta baja en el salón. De repente escuché palmadas y se empezaron a encender y apagar las luces. Creía que era un fantasma. Subí las escaleras y muy despacio llegué a la meta (mi habitación). Pero no quería abrir la puerta. Aunque tenía que hacerlo. Así que entré de repente, pero algo hizo que pensara en el cielo.
Y de pronto, vi una nota al lado de la puerta: "Una sorpresa terrorífica tendrás". Yo estaba temblando. Miraba hacia atrás todo el tiempo y una de esas veces vi encima de mi cama un hipopótamo de juguete pero tenía un aspecto terrorífico. Y entonces, llamaron a la puerta. Era mi madre. Corrí hacia ella y se lo conté todo. De repente me desperté y comprendí que todo había sido un sueño.
(Paula Ariza, 1ºE)
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