lunes, 17 de febrero de 2020

Cuéntalo otra vez, "El soldadito de plomo"

Un día un padre quiso comprarle un regalo a su hija por su cumpleaños, un regalo especial, diferente.
Envolvió en regalo y se lo entregó a su hija. Esta abrió el regalo y era... ¡una soldadito de plomo!, pero era especial, le faltaba un brazo. A la chica le encantó y empezó a jugar con su hermano.
Como le gustó tanto se quiso comprar otra, aunque cuando llegó a la tienda vio un bailarín muy bonito y decidió comprarse el bailarín.
Cuando regresó a su casa comenzó a jugar con la soldado y con el bailarín. Y llegó la hora de comer y Paula, que así se llamaba la niña, dejó los muñecos juntos sobre la chimenea.
 Resultado de imagen de chimenea con fuego

Pero ocurrió algo inesperado: el perro vio los muñecos, se subió y se comió al bailarín. La soldadito se quedó muy triste y decidió ir a rescatarlo. Así que fue donde estaban los juguetes y se subió en una nave. En la nave tomó los mandos y la puso rumbo a la boca del perro, que en ese momento la tenía abierta, y se introdujo en la boca del perro y consiguió llegar hasta el estómago. Encontró al bailarín, pero entonces vieron que no podían salir, ya que habían llegado a los intestinos. Pero pasó algo... el perro se tiró un pedo y el bailarín y la soldado, dentro de la nave, salieron disparados hacia fuera.
Y se hicieron muy amigos, se enamoraron y decidieron casarse. Y vivieron felices para siempre.
(Irene González, Alba Moreno, Claudia Montesino y Lucía Martínez, 1ºB y 1ºC)

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