LA CULEBRA ALIADA
Esto era un padre y una madre, que era una pobre muy pobre. Y vivían en una chocita del campo, y tenían una hija pequeña y la abuelita vivía con ellos.
Pero la abuelita, todos los días mandaba a la niña al monte por una poquita de leña para la candela.
Pero un día la niña, al levantar un leñito se encontró una culebrita, y la cogió y se la llevó a la casa. Y para que nadie la viera ni lo supiera, la metió en una olla, y allí la llevaba todos los días la comidita.
Pero llegó la hora de que la culebra se puso tan gorda que ya no cabía dentro de la olla. Y entonces, le dijo la culebra a la niña, dice:
- Mañana me voy yo al campo, al monte; porque yo ya no quepo aquí; pero antes de irme, te voy a decir una cosa: yo voy a abrir la boca y tú metes las dos manecitas dentro de mi boca.
La niña cogió y metió las dos manitas dentro de la boca. Y luego le dijo:
- Ahora la voy a abrir otra vez y metes la cabecita entera
-la niña estaba asustada; se creía que la culebra le iba a estrujar la cabeza, pero lo hizo. Y cuando ya terminó, le dice la culebra, dice, dice.
-Desde ahora en adelante, tú tienes los ojos de oro, y el pelo de oro. Y cada vez que te peines, el pelito que te arranques, lo haces una pelotita y será ¡grande, grande de oro! Y cuando te laves las manos, la espuma será espuma de oro. Y todos los días, vas al monte; allí te veo yo, y jugamos un ratito.
Pero como todo el mundo le tenía envidia, porque tenía tanto oro, lo querían matar, para quitarle el oro. Y se presentaron unos ladrones, dice:
- La vamos a esperar en el monte y allí la matamos, la tiramos por un barranco, y, y nos llevamos el oro.
Pero, cuando salieron, detrás de la niña ¡se presentó la culebra que derribaba los árboles! Y pegó un latigazo con el rabo y mató a todos los ladrones.
Y la niña se volvió a su caza con su leñita para la abuela.
Y este cuento se ha acabado, de pan y pimiento y rábanos asados ¡y en el techo está colgado! Domingo Martín Maqueda. Marchena, 1993.
Transliteración al castellano normalizado del etnotexto de La tradición oral... (Agúndez..., n.° 40).
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